Francisco de Urdiñola
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Saltar a navegación, búsqueda
Este artículo o sección contiene algunas citas a referencias completas e
incluye una lista de bibliografía o enlaces externos. Sin embargo, su
verificabilidad no es del todo clara debido a que no posee suficientes notas al
pie.
Puedes colaborar editándolo e introduciendo citas más precisas (lee aquí sobre
cómo añadirlas).
Existen desacuerdos sobre la neutralidad en el punto de vista de la versión
actual de este artículo o sección.
En la página de discusión puedes consultar el debate al respecto.
Francisco de Urdiñola fue uno de los mineros más ricos y más afortunados de
Nueva Vizcaya y de Nueva Galicia, poseedor y explotador de minas en Bonanza, en
Mazapil, en Ramos y en el Río Grande de las Nieves, donde tenía ingenios para
fundir y refinar el metal. Agricultor, vinicultor (construyó la primera bodega
comercial de vino de América en Parras), propietario de uno de los latifundios
más grandes de la tierra (sólo en Coahuila 30.000 Km2 con 66 poblados), fue
también uno de los ganaderos más importantes de Nueva España (México). Para
aprovechar la lana de sus incontables ovejas, tenía en Patos fábricas de paños,
bayetas y de sombreros, donde sonaban los numerosos batanes que poseía para
enfurtir los paños o fieltros. Y también tuvo industria de transporte, pues en
varios documentos se mencionan sus jefes arrieros.[1]
Contenido[ocultar]
* 1 Francisco de Urdiñola hasta 1592
* 2 La formación de la leyenda negra
* 3 El proceso
* 4 El gobierno de Nueva Vizcaya
* 5 Vito Alessio Robles (1879-1957)
* 6 Escudo de armas
* 7 Referencias
* 8 Bibliografía
Francisco de Urdiñola hasta 1592
En 1592 se levantó en Mazapil (Nueva Vizcaya) la información de limpieza de
linaje que a su vez había sido levantada en Oiartzun (Gipuzkoa) el 10 de
diciembre de 1586 y fallada a favor el 21 de abril del 1588. Esta prueba está en
el Archivo General de la Nación de México, ramo de la Inquisición, siglo XVI,
tomo 196. La averiguación fue llevada por el notario del Santo Oficio de la
Inquisición, capitán Juan Morlete Y fue contrastada por Agustín de Lesaca,
Hernando de Landa, Pedro de Vergara, Joanes de Justi, Sebastián de Aristirreso,
Martín Pérez de Lekunberri, Joanes de Elizalde (oiartzuarra) y Francisco de
Isasti. Por las informaciones recogidas sabemos que nació en Oiartzun el año
1552 en la casa torre de los Urdiñola frente a la iglesia, hoy llamada Landetxe,
que sus padres eran Juanes de Urdiñola e Isabel de Larrunbide y que tenía un
hermano más joven del mismo nombre, que también estuvo en México. Sus abuelos
paternos fueron Pedro Martín de Urdiñola y María Juana de Baldarena, de
Oiartzun, y los maternos Juanes de Larrunbide, del caserío Larrunbide goikoa de
Larraul y María Martín de Etxenagusia y Ugarte, también de Oiartzun. Y en 1588
ante Martín de Fagoaga, alcalde de Oiartzun, actuaron como testigos Esteban de
Altzu, Jakobe y Juan Pérez de Yerobi, Pedro de Markelain, Lope de Albiztur,
Domingo de Altza y de Lekune, Martín de Agirre y Juanes de Eznaoz entre
otros.[2] Y el mismo año, 1592, se levantó en la Real Audiencia de México un
informe de méritos que no habían sido remunerados presentados por el mismo
Urdiñola en julio de 1590 cuya averiguación la llevó a cabo el oidor (juez)
doctor Andrés Zaldierna y que se puede considerar como un resumen de los
servicios prestados por Urdiñola desde su llegada hasta 1590:
Llegó a México hacia 1572, probablemente a Zacatecas, donde había muchos vascos,
ya que Francisco de Ibarra se rodeaba de ellos. Coincidió su llegada más o menos
con la muerte de Ibarra y tuvo incluso más mérito que él, ya que fue el
definitivo conquistador de Nueva Vizcaya, o mejor dicho el pacificador, pues
prefería una mala paz a una buena guerra. En 1579 fue herido por los indios en
Nueva Vizcaya en un asalto a las minas de Indé. En 1580 luchó y pacificó la
comarca del Saltillo con el capitán Diego de Aguirre. En 1581 socorrió con el
capitán Alonso López de Loys a los mineros de Mazapil y por su ánimo y
diligencia fue nombrado caudillo: soldado más valeroso y distinguido. Ese mismo
año prendió a los jefes indios Martín y Francisco el tuerto a su costa y misión.
A finales de 1581 o principios del 82 el general Rodrigo del Río Losa le nombró
capitán de Mazapil sustituyendo por enfermedad a Loys, su futuro suegro. En 1582
prende al jefe chanala Machoquía, al jefe guachichili y a otros tres jefes que
asaltaban a los mineros. Vigiló los caminos asegurando el comercio en beneficio
de las minas. El mismo año luchando contra los guachichiles prendió entre otros
a la madre, mujer e hijos del capitán Melchor, indio muy ladino criado entre
cristianos. Para conseguir la paz, trató bien a los presos y dio libertad a
muchos, entre ellos a la madre de Melchor. Este le citó en la sierra y le dijo
que fuera solamente con dos soldados. Allí el jefe rodeado de muchos indios le
hizo subir sin arcabuz y al ver que lo hacía lo abrazó y Urdiñola consiguió su
asentamiento en las minas de Mazapil. En 1584 se volvió a alzar Melchor con el
indio Pedro Rayado y los redujo volviendo a traer la paz; les proporcionó a su
costa alimentos y vestuario y los asentó. En 1586 segundo alzamiento de los
indios en Saltillo dando muerte a Sagastiberri y robando muchos caballos. Venció
a sus jefes Cilavan y Zapalinamé, los trajo a la paz y los asentó. En marzo de
1587 firmó una paz ajustada con los indios de Mazapil, dándole libertad al indio
esclavo Maztel o Cristóbal y buen trato en general. En 1588 tercer alzamiento en
Saltillo. Con maña los trajo a la paz y los asentó en pueblos y rancherías.En
1589 cuarto levantamiento en Saltillo.[3] Viendo que la paz no era duradera y
que al no haber minas que defender en Saltillo resultaba muy caro enviar una
gran partida de soldados, el virrey Velasco decidió poblarlo de tlaxcalas. Los
tlaxcalas eran indios que ayudaron a los españoles en la conquista de
Tenochtitlan, Ciudad de México. Por lo visto en las negociaciones con el jefe
tlaxcala influyó mucho el padre Gerónimo Mendieta. El 14 de marzo de 1591 el
virrey Luis Velasco refrendado por su secretario Martín López de Gauna ordena al
general Rodrigo del Río de Loza el asentamiento de los indios tlaxcalas en cinco
poblados, teniendo que estar uno de ellos contiguo a Saltillo, dándoles mercedes
y privilegios de conquistadores a los indios. Pero el 11 de agosto Rodrigo legó
el asentamiento en Urdiñola por su rectitud, diligencia y habilidad demostradas,
con el que partieron los 400 tlaxcalas con sus familias. Hay un listado de los
indios comandados por Don Buenaventura de Paz, nieto de Xicotencatl del 6 de
julio de 1591. Urdiñola fue nombrado teniente de gobernador y capitán general de
toda Nueva Vizcaya y se ordenaba a todas las villas que se le obedeciese. La
marcha debió de ser lenta pues llegaron el 2 de septiembre. Los indios de
Saltillo los recibieron bien, cedieron parte de los manantiales y comenzó el
reparto de las tierras más fértiles, quedando el pueblo fundado y así
consolidada la precaria villa de Saltillo. El 13 de septiembre amojonó tierras
para la iglesia y el convento y al sur de Saltillo asentó a los guachichiles y
otras naciones que habían estado en guerra. Y el propio Urdiñola tomando de la
mano a varios jefes indios les dio posesión de las tierras. Y a petición de los
tlaxcaltecas que eran todos de San Esteban de Tizatlan lo bautizaron con el
nombre de San Esteban de Tlaxcala, quedando dividido de Saltillo por una acequia
y hoy en día por la calle Allende, convirtiéndose en ciudad al unirse a Saltillo
el 5 de noviembre de 1827 y más tarde en capital.[4]
La formación de la leyenda negra
En 1586 se casó con Leonor López de Loys hija del que había sido su capitán,
hombre rico que poseía minas en Mazapil y Río Grande. Ya en 1592 la estancia de
Patos, hoy General Cepeda, Santa Elena y Parras eran de su propiedad, tenía
mucho ganado e indudablemente se beneficiaba de la paz obtenida y del servicio
de los indios. Era rico, querido, caballero de Santiago y famoso como
pacificador. En 1593 vivía en casa de su mujer Leonor, en Río Grande, con ella,
su suegra Marina González y sus hijas María e Isabel. Pasada la semana santa de
1593 murió Leonor después de 30 días enferma de erisipela, a pesar de los
cuidados de su madre, una tía, su hermana y los últimos días de su propio
marido, que vino desde Mazapil. Al poco tiempo desapareció Domingo de
Landaverde, fundidor de unas minas de Urdiñola. El 13 de agosto de 1593 un
mayordomo de Urdiñola, Alonso de León y el criado León Isasti declararon sobre
el desaparecido que hacía tiempo que tenía intención de irse de allí. Al día
siguiente Gracia de Irigoyen declaró que estaba enfermo y que se marchaba. Los
tres dijeron que no tenía enemigos y la desaparición quedó archivada.[5] Cerca
de Río Grande Urdiñola tenía otra hacienda, Santa Elena, de la cual era vecino
uno de los más ricos de Nueva Galicia, Juan Bautista de Lomas, muy influyente
políticamente puesto que tenía dos yernos oidores (jueces) en la Real Audiencia
de Nueva España y en la de Guadalajara. Además Lomas era enemigo de Urdiñola por
asuntos mineros y de límites. Juan Bautista de Lomas y Colmenares, hombre
ambicioso, pactó con el virrey Alvaro Marquínez de Zúñiga el 11 de marzo de 1589
la conquista de Nueva México, pero por sus exigencias (títulos, facultades para
todo, 4.000 vasallos para todas sus generaciones…) y dada la importancia de la
empresa, el virrey quiso consultar al rey. Después de 3 largos años de silencio
y muchos gastos volvió a requerirlo el 22 de febrero de 1592, siendo virrey Luis
Velasco. Y en 1594 el Consejo de Indias de España, vistas las condiciones de
Lomas, insta a Velasco a buscar otro medio. Se supone la rabia de Lomas al
enterarse que el Consejo de Indias declaraba sus condiciones desaforadas,
perdiendo así todo lo gastado.[6]
En octubre de 1594 Urdiñola y el virrey estaban pactando en la capital la
conquista de Nueva México. Ese mismo mes escribe a su empleado Pedro de Chalaz
pidiendo no apesadumbrar a Lomas y que se le diera gusto en todo, presintiendo
sus maniobras. Y el temor era comprensible, puesto que en 1589 ya había sido
sentenciado por uno de los yernos de Lomas acusado de encubrir a los culpables
de la muerte de Lorenzo de Trejo y en otro documento habían declarado que dos
vaqueros de Urdiñola quisieron matar a Andrés, un hijo de Lomas. A mediados de
octubre de 1594 el virrey Velasco capitula en Urdiñola la conquista de Nueva
México. Pero cuando todo estaba preparado la Real Audiencia de México recibe un
exhorto de la Real Audiencia de Guadalajara para prenderlo y secuestrar todos
sus bienes, interviniendo en vano el virrey y el Santo Oficio. Se le imputaba
asesinato de su mujer. Existe un anónimo sin fecha, se supone de finales del
1593, al cual no se le dio importancia, acusando a Urdiñola de asesinar a su
mujer, criados, un indio y un negro por enterarse del adulterio de su mujer con
un criado. Después el 19 de octubre de 1594 hay una acusación de haber dado un
bebedizo a su mujer y haber asesinado al desaparecido Landaverde, pidiendo
castigo al oidor de la Real Audiencia de Guadalajara, yerno de Lomas, al que
encomendaron averiguación. Su primer testigo dijo haber oído que Urdiñola hizo
matar a un vizcaíno por tener relaciones con su mujer, y haber ayudado a morir a
ella. El segundo testigo, Diego de Salazar, dijo haber oído en Río Grande a Juan
de Otxoa que Urdiñola había matado a su mujer y a Landaverde, y en términos
parecidos se pronunciaron otros dos testigos.[7] Un cobarde anónimo y cuatro
testigos de oídas con sus chismes examinados por el yerno de Lomas fueron
suficientes para ordenar el 20 de octubre el encarcelamiento de Urdiñola, lo
cual se ejecutó con sospechosa rapidez en cinco días a pesar de la intervención
del virrey. Después mandaron secuestrar cartas y apresar a su hermano y al
mayordomo Alonso de León, que no aparecieron. El 26 de diciembre Mendirichaga y
otros testigos declaran lo mismo. La parcialidad y rapidez de la Real Audiencia
de Guadalajara eran manifiestas para anular la conquista de Nueva México, a
pesar de que también había cartas de Alonso de León que describen de maravilla
las maniobras de Lomas para perder a Urdiñola, incluso una de un tío de
Landaverde testificando a su favor y otro documento de la suegra defendiendo al
yerno.[8]
Más tarde el pueblo tomó como verdaderas las acusaciones, y con la lejanía del
tiempo la infame leyenda inventada por Lomas, sostenida por sus dos yernos
oidores, transmitida y exagerada de boca en boca, escrita en malos versos por
Viesca y adaptada ligeramente por el historiador Portillo y por los que le
siguieron ciegamente fue creciendo, llegando a enseñarse en las escuelas, donde
se le presentaba como un sanguinario y cruel hombre feudal que asesinó a su
mujer, su sobrino y todos los criados, mostrándose en General Cepeda la casa
donde sucedieron los crímenes, su coartada, incluso las manchas de sangre,
habiendo terminado desaparecido o ahorcado, según versiones de unos u otros.
El proceso
Urdiñola al ser familiar de la Inquisición intentó que le juzgara el Santo
Oficio, instancia del 9 de diciembre de 1594.[9] Estos notificaron a los
alcaldes de la cárcel de México que lo dejaran a su disposición bajo pena de
excomunión. A los diez días hubo otro escrito en los mismos términos a la Real
Audiencia de Guadalajara. El 28 de diciembre el notario del Santo Oficio Juan
Martínez de Sagastimendia notificó la inhibición. El 13 de enero instancia de
Urdiñola a la Inquisición para que apremiasen a la Real Audiencia de Guadalajara
y el 18 de enero de 1595 la Inquisición lo intentó en términos más apremiantes.
Sin embargo, el oidor de la Audiencia de Guadalajara respondió pidiendo al rey
que no se diesen familiaturas del Santo Oficio con tanta facilidad, pues había
quien se resguardaba en ellas, y que se evitasen las amenazas de excomunión que
obstaculizasen su quehacer. Sagastimendia, mientras esperaba la resolución,
consiguió una conferencia con los oidores de la Audiencia que fechan el 1 de
febrero de 1595. Urdiñola fue trasladado a una casa de la Santa Inquisición bajo
fianza de 100.000 pesos a la Real Audiencia de Guadalajara por haber contraído
el tifus en la cárcel, no pudiendo salir de la ciudad. Miguel Pinedo Alarcón,
presidente de la Real Audiencia, envió a México al receptor Juan Tenorio, que
persiguió incansablemente a Urdiñola acusándole de pasearse por la ciudad y
presentó un escrito acusándole del asesinato a arcabuzazos de un juez, de quemar
en un horno de la fundición a F. Gómez y de matar por sus órdenes a un soldado,
y puso en duda el título de familiar del Santo Oficio, aduciendo que lo
consiguió para escaparse de las audiencias.[10] Hay un auto de la Real Audiencia
de Guadalajara del 2 de marzo para que se decida a qué tribunal le corresponde
la causa. Por su parte la Inquisición nombró al capitán Juan Morlete para una
averiguación completa, que con gran diligencia examinó a 50 testigos del 22 de
enero al 11 de febrero entre familiares, criados, soldados, esclavos y demás, no
averiguando culpa alguna. Los oidores entre tanto aplazaban la conferencia y
Urdiñola continuaba preso en la ciudad sin poder atender sus negocios. Al final
la conferencia se celebró el 11 de mayo; se escuchó al Santo Oficio, pero se
remitió a España para que decidiera a quién competía el caso. El 15 de junio hay
una carta de la Inquisición relatando que se quería eliminar a Urdiñola por
haber desbaratado la conquista de Nueva México que pretendía Lomas, suegro del
oidor de la Audiencia de Guadalajara. El 15 de enero del 1596 instancia de
Urdiñola al Santo Oficio pidiendo se le levantara prisión pues estaba perdiendo
las haciendas, pero la Audiencia no dio la conformidad. El 21 de febrero del
1596 el Consejo General de la Inquisición decidió que la causa correspondía a la
Real Audiencia de Guadalajara, pero la resolución no llegó hasta el 20 de junio
de 1597 en los galeones que llegaban por la plata. El 18 de agosto Urdiñola pide
copia certificada de lo actuado para presentarse gallardamente ante sus
encarnizados enemigos de la Audiencia. Para aquella fecha había dejado de ser
oidor el yerno de Lomas y fue nombrado F. Guillén Chaparro. Y en el archivo de
Indias de Sevilla está el documento con las sentencias de vista y revista. En la
primera del 1 de septiembre de 1598 le absuelven de la muerte de Leonor, pero le
condenan a 4.000 ducados de Castilla por las muertes de Landaverde, de un negro,
un indio y tres soldados. En la de revista o definitiva del 23 de marzo de 1599
sólo se le condena por la muerte de Landaverde a 3.000 ducados por un tribunal
integrado por sus enemigos.[11] Sólo una vez estuvo Urdiñola en Nueva México, en
1594, auxiliando precisamente al general Juan de Lomas con 20 soldados; por lo
tanto no puede ser cierta la versión de Juan Matheo Mange sobre el recibimiento
de Urdiñola a Juan de Oñate en Nueva México en 1596, puesto que estaba retenido
en la capital.
El gobierno de Nueva Vizcaya
Al año de conseguir la libertad, el que había sido su enemigo, Santiago de Vera,
nuevo presidente de la Audiencia de Guadalajara, encomienda a Urdiñola como
gobernador por su rectitud, diligencia y por ser amado y seguido por numerosos
amigos y soldados en escrito del 12 de abril de 1600 y en otro del 15 de
diciembre. Y el 28 de mayo de 1603 el virrey conde de Monterrey le nombra
gobernador de Nueva Vizcaya por sus buenas virtudes y por dejación de Rodrigo de
Vivero.[12] Este y el teniente gobernador Alonso Maldonado no consiguieron
aplacar en 1601 una gran rebelión de indios de la provincia. Pero Urdiñola
trasladándose a Topia apresó a los cabecillas en poco tiempo, y sin derramar
sangre pacificó la provincia, les regaló tierras y levantaron poblados.
Después atravesó Sierra Madre y se dirigió a la provincia de Sinaloa. Y el 31 de
marzo de 1604 envió un informe general de Nueva Vizcaya a las cortes, donde se
reveló como estadista haciendo un informe sobre las riquezas y malos empleos,
denunciando a latifundistas que compraban minas pero no las explotaban por no
pagar los quintos reales. Hizo una relación de minas y aconsejó medidas y
legislación para corregir estos fraudes. Informó sobre la pacificación, que como
consecuencia trajo el descubrimiento de las minas de San Luís Potosí y otras, y
pidió más soldados para Sinaloa. En los documentos relacionados con Urdiñola que
formarían varios volúmenes, encontramos actos de gobierno, creación de
obispados, fundación de pueblos, nombramiento de jueces, censos…[13]
En 1607 expedición por haber sido muerto a flechazos Fray Martín de Altamira,
persiguiendo a los indios Quamoquanes hasta el río Sabinas. Ejecutando a los
cabecillas consiguió la paz y trasladó los restos del padre a Saltillo. Como
pago el 8 de enero de 1610 el rey le hizo merced de 1500 pesos por decreto
firmado en Madrid. A 30 leguas de Durango, provincia de Xocotilma, había una
serranía abrupta donde vivían los xiximes, indios que asaltaban los caminos,
mataban y se llevaban los muertos para comerlos. Entró en la serranía en 1610,
construyendo caminos en sitios que parecía imposible abrirlos. Fue una campaña
muy dura con muchas muertes y castigos de horcas, pero consiguió pacificarlos
dándoles la libertad y congregándolos en cinco pueblos en partes muy cómodas. No
se sabe cuando dejó el mandato, pero en 1615 ya era gobernador Gaspar de Albear.
El 16 de junio de 1617 testamento de Urdiñola a sus hijas. El 4 de marzo de 1618
en la misma estancia de Santa Elena añade en el testamento varias mandas legando
a Tomás de Aguirre Zuaznabar unas tierras cerca de Tacuba y concediéndole a su
primo Juan de Urdiñola el mismo salario que a su antecesor Damián de Oyarzabal,
mandas que no pudo firmar por la gravedad de su enfermedad y rogó lo hiciera a
Lorenzo de Longoira. Probablemente murió ese mismo día. Dejó 6.000 ducados en
Oiartzun para fundar con sus rentas una capellanía perpetua con misas diarias
para él y su mujer, y otros tantos ducados para casar anualmente dos huérfanas o
para que fuesen acogidas en familias honradas, también en Oiartzun. Al no tener
descendencia su hija María, la herencia pasó a Isabel, casada con don Luis
Alcega Ibarguen. La nieta María de Alcega se casó con Luís de Valdés. La
biznieta Francisca Valdés y Urdiñola sin hijos se casó en segundas nupcias con
Agustín de Echebertz y Subiza, originario de Berrioplano, Navarra, de familia
ilustre, constituyendo en 1692 junto al imperio de Urdiñola el marquesado de San
Miguel De Aguayo.[14]
Vito Alessio Robles (1879-1957)
La biografía de Francisco de Urdiñola es conocida sobre todo gracias a Vito
Alessio Robles, ya que siendo Alessio director del periódico "El demócrata" le
encargaron escribir la historia del estado de Coahuila y se dedicó largos años a
recopilar documentación, especialmente en torno a Francisco de Urdiñola, al ver
que éste estaba muy ligado a Coahuila, pues Urdiñola, además de ser el fundador
de San Esteban de la Tlaxcala, pueblo contiguo a la capital Saltillo al que
luego quedó unido para ser la capital, fue dueño de innumerables haciendas en
este estado. Pero Alessio se encontró con gran cantidad de inexactitudes que
existían sobre Urdiñola, tanto en fechas como en personajes, por lo que decía
que conocían mejor la personalidad de Urdiñola en Texas y California que en
Coahuila. Así, unos hablaban de su adinerado tío que llamaron Urdiñola el viejo,
que no existió, alguno situaba sus andanzas en Perú y sobre todo estaban los
historiadores que divulgaban la leyenda negra que se creó en torno a Urdiñola.
Pero después de una incansable búsqueda de documentación y con su publicación,
Alessio consiguió destruir la infame leyenda, que al igual que otros
historiadores no creyó, y recuperó el buen nombre de Urdiñola, demostrando que
después de la desafortunada muerte de su mujer fue durante años gobernador de
Nueva Vizcaya, a pesar de que sigue habiendo gente más interesada en la leyenda
que en la realidad. Finalmente, Alessio introdujo en su honor el escudo de
Oiartzun en el primer cuartel del escudo que él mismo diseñó para la capital
Saltillo el 4 de diciembre de 1937. El escudo de General Cepeda, pueblo que
surgió sobre la hacienda de Patos de Urdiñola, contiene también en su primer
cuartel el escudo de los Urdiñola.
Para la recopilación de documentos Alessio aprovechó su estancia como
diplomático en Suecia el año 1925 para pasar por el Archivo de Oiartzun y el
Archivo General de Indias de Sevilla, aunque no tuvo el éxito que esperaba. A
finales de 1926 encontró dos documentos importantes en el Archivo de México, uno
el de los trámites que realizó Urdiñola para demostrar la limpieza de linaje y
el otro sobre el proceso que interpuso contra él la Real Audiencia de
Guadalajara. Más tarde supo que el profesor de la universidad de Texas Charles
Wilson Hackett tenía una fabulosa documentación y consiguió que le enviara en
1927 más de 500 copias de manuscritos sobre Urdiñola. Después fue a Austin a
examinar la colección de Genaro García y a dar forma a su libro. Y allí, estando
sentado con un alumno en la cafetería de la universidad, le presentaron al
magnífico profesor de historia J. Lloyd Mecham, autor de la biografía del
gobernador de Nueva Vizcaya y fundador de Durango, Francisco de Ibarra. Cuando
le comentó que tenía dificultades para acabar su libro por la falta de datos
sobre el proceso en contra de Urdiñola, Lloyd le contestó que tenía todo el
proceso e incluso el testamento y que gustosamente se los cedería. De esa manera
consiguió terminar el libro "Francisco de Urdiñola y el Norte de la Nueva
España" en 1931, y envió un ejemplar al ayuntamiento de Oiartzun, hecho que
queda reflejado en el acta del 15 de junio del mismo año.[15]
Escudo de armas
Cabe decir que el apellido Urdiñola en su origen se escribía Urdinola, hasta que
en las últimas generaciones comenzaron a escribirlo con la letra "ñ", es decir,
tal y como se pronunciaba. También el apellido fue traducido como ferrería azul,
cuando más bien es la variante de burdinola, siendo su traducción sencillamente
ferrería.[16] Pero lo más extraño es lo que ocurre con los escudos, pues el que
aparece en el libro de Alessio (izquierda) y el de la casa natal de Urdiñola
(derecha) son completamente distintos. La torre de los Urdiñola fue quemada por
los liberales en la última carlistada, probablemente en 1873. Unos años más
tarde Romana Urdiñola se casó con Vicente Artazkoz de Oñati y renovaron
completamente la casa torre, construyendo la casa que hoy conocemos con el
nombre de Landetxe, y con los restos de la casa torre y su muralla construyeron
la terraza que rodea el campanario de la iglesia y las dos escaleras laterales.
Es verdad que la Enciclopedia Ilustrada del País Vasco y otras señalan como
escudo de los Urdiñola el que colocaron en la casa Landetxe y que es el que
aparece en el mayorazgo de los Urdiñola. Pero también es verdad que el atribuido
por Ortega y Pérez Gallardo, donde aparece una torre y la estrella de ocho
puntas que se utilizaba desde épocas antiguas en el País Vasco, no sólo está en
el escudo de Patos, hoy General Cepeda, sino que está en un mural del Ateneo
Fuente de Coahuila y también en la parte superior derecha del cuadro de
Urdiñola, aunque éste debe de ser una copia de otro muy antiguo que se
encontraba en la hacienda de Rosario cercana de Parras, ambas pertenecientes a
Urdiñola. La explicación a ésto la encontramos en el "Diccionario heráldico y
genealógico" de Alberto y Arturo García Carraffa, ya que en él se habla
cláramente de dos ramas de los Urdiñola[17] , y en el libro del profesor Juan
Javier Pescador Cantón "Familias y fortunas del Oiartzun Antiguo. Microhistoria
y Genealogía, siglos XVI-XVIII", en el que aparecen dos árboles genealógicos.
Por un lado está la rama de Francisco de Urdiñola, que se remonta hasta su
bisabuelo, originarios de la casa torre y de gran tradición militar, pues se
mencionan distintas campañas realizadas incluso por su abuelo, a la cual
pertenecería el escudo de la torre. Y por otro tenemos una rama posterior que
parece provenir del algún hermano del abuelo de Francisco de Urdiñola, los
cuales en la época de Francisco eran por herencia señores de la casa Agirre y a
partir de 1602 señores de la casa Isasti, por casamiento. También se mencionan
en esta rama participaciones en campañas y distintos cargos militares, pero
sobre todo a partir del año 1632, precisamente a causa de la quema de la casa y
el molino de Isasti por parte de los franceses, y a ellos pertenece el escudo de
armas del águila, certificado por Juan de Mendoza el año 1689. Y ese escudo pasó
a la casa solar de la primera rama cuando la segunda rama compró la casa torre,
ya que la casa quedó sin descendencia y además el concejo y la iglesia
entablaron un pleito en Pamplona y México por la herencia al valle contra los
marqueses de Aguayo, dueños de la torre, pleito del que no tenemos noticia si
prosperó. Pero lo que sí sabemos es que en 1692 Antonio de Urdiñola, señor de
Isasti y perteneciente a la segunda rama, el cual amasó una fortuna con el
comercio de Indias, compró desde Cádiz por medio de Sebastián Lekuona la casa
torre de los Urdiñola, retirándose posteriormente a ella y pasando a ser él y
las siguientes generaciones los señores de Urdiñola.[18]
Referencias
1. ↑ Alessio Robles, Vito Francisco de Urdiñola y el norte de la Nueva España
(primera edición, México 1931) pag. 66.
2. ↑ Alessio Robles, Vito Francisco de Urdiñola y el norte de la Nueva España
(primera edición, México 1931) pag. 1-2.
3. ↑ Alessio Robles, Vito Francisco de Urdiñola y el norte de la Nueva España.
(primera edición, México 1931) pag. 67-80.
4. ↑ Alessio Robles, Vito Francisco de Urdiñola y el norte de la Nueva España.
(primera edición, México 1931) pag. 175-185.
5. ↑ Alessio Robles, Vito Francisco de Urdiñola y el norte de la Nueva España.
(primera edición, México 1931) pag. 219-220.
6. ↑ Alessio Robles, Vito Francisco de Urdiñola y el norte de la Nueva España.
(primera edición, México 1931) pag. 196
7. ↑ Alessio Robles, Vito Francisco de Urdiñola y el norte de la Nueva España.
(primera edición, México 1931) pag. 226-229
8. ↑ Alessio Robles, Vito Francisco de Urdiñola y el norte de la Nueva España.
(primera edición, México 1931) pag. 230
9. ↑ Alessio Robles, Vito Francisco de Urdiñola y el norte de la Nueva España.
(primera edición, México 1931) pag. 248
10. ↑ Alessio Robles, Vito Francisco de Urdiñola y el norte de la Nueva España.
(primera edición, México 1931) pag. 254-255
11. ↑ Alessio Robles, Vito Francisco de Urdiñola y el norte de la Nueva España.
(primera edición, México 1931) pag. 272-273
12. ↑ Alessio Robles, Vito Francisco de Urdiñola y el norte de la Nueva España.
(primera edición, México 1931) pag. 281-282
13. ↑ Alessio Robles, Vito Francisco de Urdiñola y el norte de la Nueva España.
(primera edición, México 1931) pag. 295-296
14. ↑ Tellechea Idígoras, Jose Ignacio Francisco de Urdiñola. Transplante de
Oyarzun a México. Oiartzun 1982,(anuario)volumen 12. pag. 55-56-57.
15. ↑ Alessio Robles, Vito Francisco de Urdiñola y el norte de la Nueva España.
(primera edición, México 1931). Prefacio pag. XIII-XIX
16. ↑ Querexeta, Jaime. Diccionario Onomástico y Heráldico Vasco. Biblioteca de
La Gran Enciclopedia Vasca. Bilbao, 1972. Tomo IV, pag. 304.
17. ↑ García Carraffa, Alberto y Arturo Diccionario heráldico y genealógico de
apellidos españoles y americanos. tomo 86, pag.123-124
18. ↑ Pescador, Juan Javier Familias y fortunas del Oiartzun Antiguo.
Microhistoria y Genealogía, siglos XVI-XVIII. (Colección Mugarri, Oiartzun 1995)
pag. 52-69-47.
Bibliografía
* Alessio Robles, Vito (1931) (en español). Francisco de Urdiñola y el norte de
la nueva España (primera edición). Mexico: Imprenta Mundial. OCLC2975804.
* «Francisco de Urdiñola Echenagusia», Enciclopedia general ilustrada del País
Vasco, San Sebastián: Auñamendi, 1968-2008, ISBN84-7025-166-X
* «Urdiñola» (en español), Diccionario heráldico y genealógico de apellidos
españoles y americanos, Madrid: Nueva imprenta Radio, 1952-1963
* «Urdiñola» (en español), Diccionario onomástico y heráldico vasco, Bilbao: La
Gran Enciclopedia Vasca, 1972
* Pescador, Juan Javier (1995). «Familias y fortunas del Oiartzun Antiguo.
Microhistoria y Genealogía, siglos XVI-XVIII» (en español). Mugarri (Oiartzungo
udala) 2. ISBN84-88917-01-5.
* Tellechea, J. Ignacio (1982). «Francisco de Urdiñola Transplante de Oyarzun a
México» (en español). Oiartzun (Ayuntamiento de Oiartzun) 12: pp. 55-56-57.
* de la Luz Valdés, José (1977). «Don Francisco de Urdiñola el pacificador» (en
español). Oiartzun (Ayuntamiento de Oiartzun) 7: pp. 44-45.
* Lekuona, Manuel (1978). «Urdiñola izeneko etxeak Oiartzunen" y "Urdiñola
fundatzaile Mexikon» (en euskara). Oiartzun (Ayuntamiento de Oiartzun) 8:
pp. 69-73.
Obtenido de «http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_de_Urdi%C3%B1ola»
Categorías ocultas: Wikipedia:Artículos que necesitan notas al pie |
Wikipedia:No neutral
Herramientas personales
* Registrarse/Entrar
Espacios de nombres
* Artículo
* Discusión
Variantes
Vistas
* Leer
* Editar
* Ver historial
Acciones
Buscar
Navegación
* Portada
* Portal de la comunidad
* Actualidad
* Cambios recientes
* Páginas nuevas
* Página aleatoria
* Ayuda
* Donaciones
* Notificar un error
Imprimir/exportar
* Crear un libro
* Descargar como PDF
Herramientas
* Lo que enlaza aquí
* Cambios en enlazadas
* Subir archivo
* Páginas especiales
* Enlace permanente
* Citar este artículo
En otros idiomas
* Euskara
—
* Si quieres publicar en este grupo escribe a: Genealogia-Mexico@googlegroups.com
(Se prefiere que no incluyas todo el email al que respondes).
* Recibes este mensaje porque estás suscrito al Grupo de Google: "Genealogia de Mexico".
* Nuestra pagina web oficial la encuentras en http://www.Genealogia.org.mx
* Para anular tu suscripción a este grupo envía un email a: Genealogia-Mexico-unsubscribe@googlegroups.com
* Modifica tus preferencias en http://groups.google.com.mx/group/Genealogia-Mexico
– Contrata un genealogista escribiendo a samuelsanchez@genealogia.org.mx
Los miembros de este grupo usan correos de "GMail.com" y VoIP de GoSystems.com.mx
Debe estar conectado para enviar un comentario.